Lavandera blanca

Motacilla Alba 18 cm.

Lavandera blanca

El vuelo de la Lavandera Blanca es ondulado y, con frecuencia, emite un agudo grito de vuelo, «tsi-tsi»; lanza el mismo grito en el cortejo nupcial.
Las costumbres nocturnas de la Lavandera Blanca han atraído desde hace tiempo la atención de los naturalistas e incluso de los simples paseantes. En efecto, han sido señalados dormideros de cientos de aves en árboles de avenidas de algunas ciudades, donde van, acaso, a buscar abrigo y protección contra los predadores. Uno de estos dormideros es el que desde hace varios años tienen en el Paseo del Prado, de Madrid; por la noche, multitud de aves llegadas de los alrededores de la ciudad se reúnen en uno o dos árboles para dormir; a primeras horas de la mañana vuelven a desparramarse en todas las direcciones para pasar el día comiendo en los prados.
Entre nosotros vive la Lavandera Blanca, que cría repartida por la zona norte y en niveles altos en el sur y sudeste; pero en invierno puede vérsela en cualquier parte, porque alcanzan nuestro país numerosas aves de otros puntos de Europa, entre las cuales figuran ejemplares de la raza Enlutada, que tiene dorso pizarra o negro y cría sobre todo en Gran Bretaña e Irlanda.

La amplia distribución invernal de esta especie y su característica figura y actitudes han hecho de él un pájaro muy popular que recibe innumerables nombres vulgares.

  • Identificación:Plumaje gris, blanco y negro, cola larga, a menudo agitada arriba y abajo; hembra más apagada que el macho.
  • Nidificación:La hembra recubre agujero de pared, cobertizo, roca o talud, con pelo, plumas y lana; pone, de abril a junio, de 5 a 7 huevos blanco grisáceo marcados con gris o pardo; incubación, sobre todo por la hembra, de unos 14 días; los pollos, alimentados por ambos padres, vuelan después de unas dos semanas; normalmente dos crías, a veces tres.
  • Alimentación: Pequeños insectos, gusanos, moluscos; a veces semillas.
  • Hábitats: Cultivos.

Photo by Christian Mihai